En este artículo te damos los tips y consejos para optimizar el uso de tu nuevo colchón. ¿A qué esperas para conocerlos?
Quiero comprar un colchón nuevo, pero… ¿Cómo se envía? ¿Cómo lo instalo? ¿Qué tratamiento debe tener para su cuidado y mantenimiento?
Lo primero que debes saber a la hora de comprar un colchón es cómo lo vas a recibir. Todos nuestros colchones se someten a un proceso de prensado y enrollado al vacío tras su fabricación para favorecer la comodidad de su transporte y manipulación.
Nuestra fábrica cuenta con maquinaria especializada para ello, de última tecnología que garantiza que todos los materiales y núcleos de nuestros colchones permanezcan intactos una vez desprecintamos el colchón para que recupere su forma original.
Lo primero que debemos hacer una vez recibamos el colchón es rasgar el plástico que lo recubre con especial atención a no utilizar tijeras ni objetos cortantes o punzantes que puedan dañar el tejido de nuestro colchón. Una vez lo desenrollemos lo dejaremos reposar sobre una superficie lisa durante un mínimo de 10 horas. Puedes posarlo sobre una base tapizada o, si no tienes, puedes dejarlo reposar en el suelo. Es posible que pasadas las 10 horas aún haya zonas de tu colchón que no hayan retomado del todo su forma. No te preocupes, a veces zonas como las esquinas requieren algo más de tiempo para su recomposición por lo que el periodo de reposo óptimo sería de 16 a 24 horas.
Bien, ya tenemos el colchón perfectamente formado y casi listo para su uso, pues antes debemos proteger nuestro colchón. Todos nuestros colchones cuentan con materiales con tratamientos antibacterianos y antiácaros. No obstante, lo cierto es que nuestra habitación está repleta de estos seres invisibles que se esparcen cada vez que sacamos un calcetín de un cajón o sacamos y metemos nuestra ropa en los armarios. Es por esto que una capa de protección extra nunca viene mal, ¿verdad?
Para proteger nuestro colchón recomendamos aspirarlo al menos una vez al mes, y hacernos con una funda de colchón lo suficientemente holgada para que no comprima el colchón y sus materiales. Si enfundamos el colchón con una funda demasiado ajustada, sus materiales se comprimen por la tensión de la funda y perdemos confortabilidad.
La ventilación de nuestra habitación también es muy importante, y no sólo durante los meses de verano. También en invierno, pues el uso de edredones nórdicos y de plumas a veces causa sudoración nocturna. Un pequeño precio a pagar por dormir extra calentita, ¿no crees?. Es muy importante que, si nos despertamos tras una noche con sudoración nocturna, ventilemos la habitación y retiremos las sábanas húmedas exponiendo el colchón la ventilación y al aire fresco durante al menos 1h antes de hacer nuestra cama. Recordemos que los sistemas antihumedad son doblemente efectivos con un correcto cuidado de nuestro colchón.
¿Qué más nos queda…? ¡Ah, claro! ¿Cuándo y cómo damos la vuelta a nuestro colchón? Es una de las preguntas del millón y que nuestros clientes más consultan. La mayoría de nuestros colchones cuentan con una cara, la superior, diseñada para el descanso que sirve tanto para verano como para invierno, pues todos nuestros colchones cuentan con materiales termorreguladores. Entonces, ¿lo giramos o no lo giramos? Sí, lo vamos a girar de pies a cabeza cada 3 meses o al menos, 2 veces al año para evitar posibles vicios o deformaciones en el acolchado superior.
Por último, y no menos importante recomendamos posar el colchón sobre una superficie lisa como una base tapizada. En una base rígida evitamos cualquier tipo de deformación en nuestro colchón. No obstante, no todo el mundo tiene una y tranquila, no hay problema por usar un somier de láminas. Eso sí, debemos asegurarnos de usar un somier de láminas flexibles y de calidad que evite dichas deformaciones en nuestro colchón.
Estos serían nuestros consejos principales para garantizar la durabilidad de nuestro colchón y una óptima experiencia de descanso. Si tras este artículo te ha surgido alguna duda, consúltanos en la cajita de comentarios y estaremos encantadas de atenderla.
Y sin más, ¡a disfrutar de nuestro colchón!
